Investigadores de la Universitat de Barcelona han realizado un estudio sobre la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades y sus mejoras, llegando a la conclusión de que este tipo de vehículos va a ser clave para garantizar la movilidad de la población.
De momento, solo 14 ciudades en toda España han implementado ya las Zonas de Bajas Emisiones, obligatorias con restricciones de circulación para todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes, así como para los territorios insulares y las localidades con más de 20.000 habitantes con incumplimientos en materia de calidad del aire. Sin embargo, en las próximas semanas, más de 135 nuevas ciudades tendrán que establecer por ley prohibiciones, afectando a casi el 60 por ciento de la población. El Gobierno, incluso, amenaza ya con multar a las poblaciones que no activen unas restricciones que deberían estar en vigor desde el pasado 1 de enero.
Finalizada por tanto la moratoria desde el Ministerio del Interior, todas las ciudades afectadas preparan sus nuevas áreas con restricciones, que afectarán, al menos, a todos los vehículos sin etiqueta medioambiental de la DGT, es decir, a más de 3 de cada 10, que no podrá circular por estas zonas. Ante esta preocupante realidad, ¿cómo puede garantizarse la movilidad para una población afectada tan importante?
Los servicios de movilidad compartida bajo demanda, la solución a las restricciones
Los VTC y los taxis, la solución a las Zonas de Bajas Emisiones.
“Ante la falta de previsión en la implementación y gestión de las ZBE, es necesaria una reflexión colectiva que tenga en cuenta todos los elementos para avanzar hacia una movilidad eficiente en las ciudades. Los servicios de movilidad bajo demanda pueden ser un factor decisivo para lograr los objetivos de reducción de emisiones contaminantes, por lo que resulta fundamental atenderlos como actores estratégicos de la movilidad urbana y que las Administraciones locales tengan en cuenta su capacidad de contribución a la hora de regular las ZBE”, asegura Marc Tarrés, uno de los investigadores de la Universitat de Barcelona y coautor del estudio.
Los VTC y taxis complementan y mejoran al transporte público
El estudio asegura también que, en la práctica, es verdad que las ZBE evidencian que reducen la contaminación porque incentivan la renovación del parque de vehículos, “pero no siempre reducen los niveles de tráfico ni la congestión ya sea porque la compra de vehículos nuevos permite sortear la restricción o por un desplazamiento del tráfico de la zona restringida a la no restringida”.

Las nuevas Zonas de Bajas Emisiones van a suponer restricciones de circulación a más de 3 de cada 10 coches en circulación.
El informe de la Universitat de Barcelona, por tanto, concluye que “es necesario complementar las ZBE con otras medidas, como la mejora en los servicios de transporte público colectivo”, aunque, “sin embargo, no siempre se dispone de los recursos necesarios para alcanzar este objetivo”. El estudio ratifica así que “los servicios de movilidad compartida bajo demanda (VTC y taxis) pueden convertirse en una mejora alternativa de movilidad que el transporte público colectivo para algunos segmentos de la demanda, complementarse con el transporte público colectivo, lograr un emparejamiento más eficiente que el transporte público colectivo entre oferta y demanda mediante las plataformas digitales, promover una menor demanda de vehículos privados en propiedad y contribuir a una mejor composición del tráfico”.