Tiene la batería de un Volkswagen e-up! y un tren motriz Think.
Como bien sabes, el Mini original es una plataforma muy popular para las conversiones a vehículo eléctrico últimamente. El ejemplar construido en Noruega, de forma artesanal, es muy especial porque está basado en la rara versión pick-up del pequeño vehículo británico.
Por desgracia, el modelo pierde parte de su funcionalidad, ya que el paquete de baterías ocupa la mayor parte de la plataforma de carga. Los módulos proceden de un Volkswagen e-up! y ofrecen una capacidad de 17,1 kWh. El puerto de carga está en el lugar donde normalmente echarías la gasolina en el depósito de un motor térmico.
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El Mini pick-up clásico carece de una insonorización destacable, por lo que los ocupantes pueden escucharlo todo (literalmente). La bomba del refrigerante, el servofreno y el ruido del motor eléctrico se dejan notar.
Por desgracia, en el vídeo no podemos apreciar las dotes dinámicas de este Mini transformado, porque el conductor del vehículo apenas pasa de los 40 km/h y en su recorrido se encuentra con numerosos badenes, lo que impide una conducción fluida.
En 2018, Mini construyó un Cooper eléctrico único (one-off). La compañía británica no proporcionó muchos detalles sobre el tren motriz, pero el coche tenía un aspecto estupendo, todo hay que decirlo.
En 2022, Recharged Heritage empezó a aceptar pedidos de conversiones eléctricas basadas en el Mini. Ofrece dos modelos, ambos con una batería de 19 kWh. La versión Pure tiene 75 CV y 125 Nm de par motor. A ella se suma la versión Sport, con 97 CV y 150 Nm de par motor. Ambos cuentan con una autonomía estimada de 166 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP.
Incluso vimos una preparación de un Mini EV, al que se le había ‘transplantado’ un motor eléctrico Tesla de unos 300 CV de potencia. El resultado, como te puedes imaginar, era un coche muy rápido.