Este vídeo duele sólo con verlo: un camión que transportaba una decena de flamantes superdeportivos y coches de altos vuelos acabó volcado y con tremendas joyas sobre ruedas como víctimas.
Un accidente de más de dos millones de euros
Richard Kilburn, el camionero en cuestión, seguramente se llevó el susto de su vida estando en ruta. A finales de agosto, y contratado por Everyman Racing Driving Experiences, transportaba tan lujosas monturas desde el circuito de Brands Hatch al trazado de Goodwood para un evento.
El caso es que circulando por la A20 en una pronunciada bajada, y con bastante viento lateral, el remolque comenzó a bambolearse peligrosamente hacia los lados pese a los esfuerzos de Kilburn por gobernarlo y reducir la velocidad. Y lo peor estaba por llegar: varios metros por delante, vio a unos ciclistas que circulaban en pelotón.
La esquiva salvó a los ciclistas, que resultaron completamente ilesos. De hecho, el único herido, y leve afortunadamente, fue el propio Kilburn. No tuvo que lamentar nada más que unos pocos hematomas, lo que parece un milagro dado lo aparatoso del accidente.
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“Parece peor de lo que fue por el valor de los coches. Y se me pasó por la cabeza lo que diría el jefe, pero el seguro lo cubrirá. Lo más importante es que nadie resultó herido”, explicó al medio británico. Como es obvio, así también lo señaló la empresa de eventos en su perfil de Instagram.
Pero no le falta razón. En el vídeo (arriba) grabado por un conductor que se topó con el desastre, y que ha colgado en Facebook, se ven al detalle todos los coches siniestrados.
En el remolque vemos dos Ferrari F430 negros, un Lamborghini Aventador, un Jaguar F-Type descapotable, un Audi R8, un Mercedes-AMG GT R Black Series o un BMW Serie 3 Coupé de cuarta generación.
Mientras que en la otra parte se esconden un Nissan GT-R y un Aston Martin DB11. Y volcado, a unos metros, un Bentley Continental GT Supersports. En total se calcula que el montante del siniestro, sólo en estas maravillosas monturas y sin contar el camión, estaba cerca de los dos millones de libras: al cambio actual unos 2,3 millones de euros. Pero el resultado fue el mejor de los escenarios posibles.