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El Porsche 911 Turbo S destrona el récord de Bentley en el Pikes Peak

Porsche suma un récord más. La marca deportiva no ha esperado mucho tiempo más para anunciar otro trofeo más para su particular cuenta. Esta vez, el protagonista ha sido el Porsche 911 Turbo S, que se ha enfrentado al sinuoso trazado del Pikes Peak.

Las ambiciones de Porsche no tienen límite. Si hace tan solo unos días lograba coronar al nuevo 911 GT3 RS como el deportivo de producción más rápido en el trazado norte de Nürburgring, ahora la firma también ha anunciado otro récord más que suma a sus vitrinas.

Esta vez ha sido una versión más normal del icónico deportivo, el Porsche 911 Turbo S se ha enfrentado al ascenso del Pikes Peak batiendo al que hasta ahora era el deportivo de producción más rápido del mundo en esta exclusiva localización. Los británicos de Bentley han perdido el trofeo que les acreditaba como tales, ahora en manos de un inmediato competidor. Y eso, contando que ha sido en una segunda oportunidad, pues ya hubo un primer intento durante la carrera oficial número 100 del «Pikes Peak International Hill Climb» donde el alemán fracasó debido a unas condiciones desfavorables.

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El Porsche 911 Turbo S, en plena ascensión al Pikes Peak

El Porsche 911 Turbo S es el modelo de producción más rápido en Pikes Peak

Entonces, el equipo responsable de este récord logró un tiempo de 10 minutos y 34 segundos, suficiente para quedar en un segundo puesto que, en absoluto, bastó para Porsche, y lo que ha obligado a batir ese tiempo en una carretera que cuenta con 20 kilómetros de longitud, 156 curvas y en las que se alcanza un desnivel de hasta 1.440 metros.

Las nuevas condiciones de los organizadores de la carrera permiten reconocer el trazado antes de la competición oficial, unos deberes que el equipo de Porsche realizó el pasado mes de septiembre antes de la carrera prevista para el día 27. Aún con condiciones desfavorables, el 911 Turbo S alcanzó la cima en un tiempo récord de 9 minutos y 53,5 segundos, rebajando en 25,9 segundos el tiempo del Continental GT logrado en 2019.

Un auténtico récord si tenemos en cuenta que la unidad utilizada es igual que las que salen de las líneas de producción, con una potencia de 650 CV con los que acelera de cero a 100 km/h en solo 2,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 330 km/h, equipado con la opción de los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2. Los únicos detalles especiales son los habituales en una prueba de esta categoría: jaula de seguridad, asientos de carreras y un sistema de extinción de incendios.

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