Autos

Contacto en Porto Alegre: Abarth Pulse

contacto en porto alegre: abarth pulse

AbarthPulse_17

El crossover de Fiat ahora tiene una versión deportiva firmada por Abarth. Ya la manejamos en pista. Escribe Paul “Coloflow” Szebesta.

Desde Porto Alegre (Brasil) – Todo empezó con esos mensajes bien concisos que suele mandar C.C.: “Hay un viaje de Stellantis a Brasil para probar el nuevo Abarth Pulse en el Autódromo de Tarumá (Porto Alegre). ¿Querés/podés ir?”

“¡Ufff, puedo y quiero!”, contesté de inmediato. Así fue cómo empezó a tomar forma uno de los tantos anhelos que tengo desde que trabajo en Autoblog/Motor1: viajar a otro país para probar un auto. Pero no fue cualquier auto. Es el primer Abarth que se desarrolla íntegramente en nuestra región. Es posible que a algunos les haga mucho ruido la combinación de “Abarth” con “Silueta SUV”, pero hay que tomarlo como la puerta de entrada a otros desarrollos que puedan venir en el futuro (más allá de que cualquier propuesta deportiva siempre es bienvenida en estos tiempos, donde todo lo que no sea eléctrico o ecofriendly es casi mala palabra).

Llegamos al autódromo de Tarumá, completamente decorado con la estética de Abarth, y los directivos de Stellantis Brasil nos brindaron una extensa y muy detallada charla con dos ejes: el primero describía el gran presente de Fiat en la región, donde tanto en Argentina como en Brasil están arrasando en ventas. Dado que soy más piloto que periodista, esa parte no era la que más me entusiasmaba escuchar.

Luego llegó el turno de hablar del producto. Ahí sí, con unos gráficos muy detallados (descargar acá abajo) nos contaron las principales diferencias entre el Pulse común (leer crítica) y el Abarth Pulse. Y me empecé a impacientar: este Pulse no es un Impetus con detalles estéticos. Fiat realizó verdaderos cambios en todo el auto para lograr su transformación en Abarth. Cuando la charla terminó, nos contaron como iban a dividirse las pruebas de manejo. Primero íbamos a ir con un instructor a dar cinco vueltas para conocer el auto y el circuito. Luego, quienes quisieran, iban a hacer una vuelta cronometrada donde competiríamos a ver quién hacía el tiempo más rápido. Ahí entendí por qué C.C. me mandó a mí al viaje. Pero primero les cuento qué me pareció el Abarth Pulse.

Diseño

La idea con este Abarth Pulse es que se diferencie bien de las versiones normales. Por eso, no encontraremos ninguna insignia Fiat en el auto. Sólo veremos el Escorpión en todo lo que sea posible adornar: butacas, tablero, carrocería y centro de llantas. En la parte frontal, lo único que comparte con el Pulse normal son las ópticas. El paragolpes fue totalmente rediseñado, dándole un aspecto más deportivo. Lo mismo sucede con la parte de atrás, donde se modificó el difusor trasero y ahora encontramos dos salidas de escape. También cambiaron las llantas, exclusivas para este modelo y que vienen en negro para todos los colores que ofrece. Como no podía faltar, encontramos en el lateral la franja con el nombre de “Abarth” y los colores de carrocería disponibles son: blanco (“Branco Banchisa”), gris (“Cinza Strato”), negro (“Preto Volcano”) o rojo (“Vermelho Montecarlo”).

Lo mejor: Si el Pulse común ya tenía un diseño bien logrado, todos los detalles deportivos que agrega lo hacen más lindo aún.

Lo peor: ¿Por qué Stellantis eligió una SUV para el primer Abarth desarrollado en el Mercosur? Se lo preguntamos a Martín Scrimaglia y respondió esto.

Interior

Al igual que en el exterior, todo lo que está dentro de habitáculo nos hace acordar que estamos en un Abarth. Para empezar, contamos con cuero sintético en todo el habitáculo, con costuras rojas. El rojo se hace presente también en algunas molduras del torpedo y en el botón “Poison” del volante (que es el equivalente al “Sport” en el Pulse normal). El tablero es totalmente digital, pero con un diseño deportivo, donde además de tacómetro y velocímetro contamos con medidor de presión de turbo y Fuerza G.

Lo mejor: Mantiene todas las comodidades de un SUV, pero con un aspecto más deportivo.

Lo peor: La decoración es extrovertida y llamativa. No apta para gente sobria.

Seguridad

Todos los Pulse vienen de serie con airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, control de arranque en pendiente, ABS, ESC, control de tracción, y anclajes Isofix además de un completo paquete de ADAS.

Lo mejor: El control de tracción y estabilidad se puede desconectar por completo en esta versión Abarth, en caso de que queramos tener un manejo deportivo sin la invasión de estos sistemas.

Lo peor: No hay que olvidarse de apagar el sistema de control de carril, ya que puede ser molesto a la hora de transitar la pista.

Mecánica

Aquí encontramos la mayor novedad: el Abarth Pulse equipa el 1.3 turbonaftero, que con nafta entrega 180 cv y 270 Nm, junto a una caja automática de seis velocidades. A su vez, también hubo cambios en las suspensiones, las cuales son 13% más firmes que su versión normal, y 10mm más baja. Tanto el motor, como la caja y frenos fueron recalibrados para ofrecer mejores prestaciones. También se modificó el sistema de escape, aportando un sonido muy superior a la versión normal del Pulse.

Lo mejor: Todos los cambios realizados en la mecánica le cayeron perfectos y están muy bien relacionados los unos con los otros. Ninguno sobresalta o complica la tarea del otro. El motor tiene la potencia correcta, la caja trabaja en tiempos normales, los frenos funcionan muy bien y todo esto suena extraño cuando nos acordamos que estamos sobre un SUV.

Lo peor: Sería fascinante si a todo lo bueno que tiene este vehículo le sumáramos una caja manual. La automática que equipa no es mala, pero los tres pedales serían el ingrediente que falta para ocupar el lugar que otras marcas dejaron vacantes: un deportivo regional, del Segmento B.

Comportamiento

La prueba empezó a baja velocidad para conocer el circuito y las chicanas con conos que pusieron a lo largo de la pista. Durante la charla inicial nos contaron que este circuito es el más rápido de Brasil. Tiene sentido: son todos curvones veloces y peraltados. Las primeras dos vueltas nos las hicieron dar en el modo ‘Normal’. Finalizadas esas dos vueltas activamos el modo ‘Poison’ y el cambio realmente se siente. Primero se transforma el diseño del tablero (con una estética más deportiva). Luego cambia el sonido del escape, el cual empieza a hacer más ruido. También cambia la asistencia en la dirección, volviéndola más pesada. Y por último cambia la respuesta del motor, el cual se pone más nervioso y entrega la potencia más rápido, realizando los cambios de marcha a un mayor régimen. En la tercera vuelta empecé a darle más velocidad, ya que el circuito no era para nada complicado. Además, las chicanas que pusieron hacían que llegáramos a las curvas con una velocidad no muy alta. Previo a cada curva había unos conos que nos indicaban dónde empezar a frenar. No los respete en ningún giro, ya que el Abarth Pulse me permitía frenar mucho más adentro y aún así mantener la trayectoria y no pasarme. Pero lo mejor que pudieron haber hecho en Stellantis para darle deportividad a este Pulse Abarth está en el chasis.

Cuando entramos en el modo ‘Poison’ (ya sea con o sin ESP activado), el tren trasero nos permite jugar bastante con los sobrevirajes. Como siempre digo, esto es fundamental en un tracción delantera, para poder hacer rotar el auto y acomodar la trompa. Si bien en este circuito las curvas no son demasiado cerradas, esa pequeña ida de cola que logramos en los ingresos nos ayudaba muchísimo a poder entrar con mejor velocidad, sin miedo a que barriera la trompa. Realmente quedé sorprendido por el comportamiento de este Pulse, sobre todo porque es un SUV. Es más, me atrevo a decir que en este sentido el Pulse Abarth se comporta mejor que el 595 Turismo, donde el tren trasero siempre va soldado al asfalto y todo queda en manos del tren delantero, que poco puede hacer en hacer rotar el auto en los ingresos de curva, haciendo que vaya de trompa (leer crítica).

Lo mejor: El motor nos brinda muy buena potencia, moviendo al Abath Pulse sin problemas. A este lo acompaña un chasis muy bien calibrado que -si lo sabemos usar- nos resultará muy cómodo de llevar rápido.

Lo peor: Que no exista una opción manual para terminar de hacer a este producto un verdadero deportivo.

Conclusión

Llegó el momento de hacer la vuelta rápida. La presión era enorme y no sólo porque representaba a Motor1, sino también a toda la a Argentina frente a la gran mayoría de periodistas brasileños. Agradezco a los otros cuatro periodistas argentinos, que pusieron todas las fichas en mí para vencer en el desafío del tiempo cronometrado. Semáforo en verde y pisé a fondo en busca de la mejor vuelta. Cada cono que tocáramos representaría una penalización de un segundo, asi que la prioridad era pasar las chicanas lo más prolijo posible, para evitar penalizaciones. Los ingresos eran fáciles, ya que con levantar y volantear el Abarth Pulse ‘se cruza’ fácilmente y permite ir en la dirección deseada sin disminuir demasiado la velocidad. Para las curvas de media, también nos deja frenar de costado para poder ir a buscar el ápex con buena velocidad. Cerré la vuelta y, si bien me había parecido buena, no tenía idea de qué tiempos venía haciendo el resto de participantes. Me puse a ver el video en la computadora, cuando me llamaron para la ceremonia de premiación. Allí, Alejandro Cortina (Revista Parabrisas) se ofreció a grabar el momento con el celular (ver video abajo). Me pidió un pronóstico, e independientemente de cómo pensaba que me había ido, tenía algo muy en claro: iba a ser difícil que ganase un argentino en tierras brasileñas. Le contesté que para mí iba a ser segundo. Y así fue, con una diferencia de dos décimas, me tocó el segundo escalón del podio. Cebollita for ever.

No importa, lo mejor que me llevo de este viaje es haberme subido al Abarth Pulse y la sorpresa ante su buen funcionamiento. Cuando me enteré de este producto que estaba desarrollando Stellantis, desconfié bastante. Una “SUV deportiva” es un término contradictorio en sí mismo. Aun así, Abarth se las arregló para cumplir con las características de ambos términos, logrando mantener las ventajas de una SUV, pero con prestaciones dignas de un deportivo.

Para finalizar, me queda una sola duda: no creo que haya sido azarosa la elección de este trazado para la demostración a la prensa. Durante toda la jornada se nos recordó que es uno de los circuitos más rápidos de Brasil. Que sea un autódromo rápido implica que no tiene curvas lentas o trabadas. En efecto, el Pulse Abarth tuvo un muy buen comportamiento, pero en un circuito que le facilitó mucho la tarea. Según Fiat, en simulaciones digitales el Abarth Pulse le baja once segundos a la versión normal. Si aplicamos esa teoría al Ranking Motor1, el Abarth Pulse estaría igualando el tiempo que logró el Abarth 595 Turismo.

Me parece un montón. A su vez, en el Circuito 6 del Gálvez predominan las curvas lentas, donde se elevan las exigencias en cuanto a poder doblar sin barridos de trompa, cosa que en Tarumá no iba a suceder nunca. Habrá que esperar a que el flamante Escorpión brasileño desembarque en la pista de pruebas de del Ranking Motor1 para terminar de conocer su comportamiento.

P.S.

También te puede interesar

TOP STORIES

Top List in the World