їCГіmo serГЎn los coches familiares en la dГ©cada de 2030? Eso es precisamente lo que ha querido responder CitroГ«n con el Oli, un prototipo con el que la firma gala nos adelanta su visión del futuro. Un laboratorio de ideas que presenta soluciones arriesgadas con la intención de dar forma un porvenir que, para Citroën, se desarrollará en torno a la movilidad eléctrica, la sostenibilidad o la versatilidad.
Un concept car, el Citroën Oli, con el que además la marca del doble chevrón no quiere dejar de lado la parte más divertida o emocional de los coches, a la vista está. Y lo hace partiendo de un lienzo en blanco y replanteándolo todo en búsqueda de una mayor eficiencia a todos los niveles, desde el proceso de producción hasta el concepto de propiedad.
Para Vicent Cobée, director general de Citroën, este modelo conceptual “explora campos tan diversos como los materiales, el confort, la reciclabilidad y la eficiencia de la movilidad eléctrica”. Y aunque ha puntualizado que no veremos un Citroën Oli en la calle, ha querido dejar claro que muchas de las soluciones empleadas en él se trasladarán a los próximos lanzamientos de la marca.
El Citroën Oli visita Madrid para mostrarnos la visión de futuro de la marca
Uno de los objetivos del Citroën Oli es recudir el peso al máximo en una búsqueda de una mejor eficiencia. Esa ligereza también responde a la necesidad de reducir el número de recursos invertidos en la fabricación de un coche, que además provienen en gran medida de materiales reciclados -o reciclables-.
Como decía, en su construcción se han empleado materiales poco habituales en la industria del automóvil. Por ejemplo, el techo, el piso de carga o el capó están fabricados con unos paneles tipo sándwich realizados con cartón. No solo resultan sostenibles y ligeros, es que al mismo tiempo aportan mayor resistencia que elementos equivalentes de metal, según la marca.
Y lo mismo sucede en su habitáculo, donde han buscado simplificar al máximo todo con la idea de reducir el peso y mejorar la eficiencia productiva. Destacan los asientos, con un diseño de malla que imita el aspecto de las sillas de oficina -muy vistosos, sí, pero no muy cómodos-; o el salpicadero, simplificado al máximo. Tanto es así que no tiene sistema multimedia como tal, función que realiza el teléfono móvil del usuario.
Otra característica que responde a esa búsqueda constante por mejorar la eficiencia es su parabrisas, totalmente vertical. Un diseño que, aunque seguramente plantearía problemas en términos aerodinámicos, ayuda a reducir la incidencia de los rayos ultravioleta en el habitáculo y por ende, a disminuir el consumo energético del sistema de climatización.