El departamento especializado de la marca ha restaurado ambos coches.
Generalmente, los proyectos de restauración en el mundo del automóvil tienen como protagonistas a vehículos clásicos o históricos, con muchísimos años a sus espaldas y en unas condiciones de conservación no demasiado adecuadas, pero como vamos a descubrir hoy, no siempre es así.
Galería: Veyron restaurados por Bugatti La Maison Pur Sang
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Hablamos de un Bugatti Veyron coupé del año 2006, uno de los primeros ejemplares entregados a clientes del modelo, y de un Veyron algo posterior, en concreto un Grand Sport descapotable del año 2009, que también estuvo entre los primeros ‘cabrio’ entregados.
La pregunta obvia es si resulta realmente necesario restaurar coches con menos de dos décadas de vida, en concreto 14 años uno de ellos (cuando se encargó el trabajo) y apenas 11 años el otro. En todo caso, el proceso que ofrece Bugatti contempla inspecciones, mantenimiento y los cambios estéticos que requiera el cliente, ya que no es necesaria una restauración como tal.
Según la propia marca, este trabajo se ha llevado a cabo para dotar al coche de una “configuración más contemporánea”, y en el caso del coupé, el coche se desmontó por completo para inspeccionar todos sus componentes.
En el caso del Grand Sport, tres años más joven, solo hicieron falta trabajos en el interior, así que Bugatti ha tapizado todo en un color más claro que antes, un marrón Magnolia, sustituyendo el anterior tono Silk. La marca, lógicamente, no ha detallado el precio de estas restauraciones, pero como puedes imaginar, no han de ser baratas.