Aunque los paneles solares integrados en vehículos no han logrado despegar -y el mercado de coches eléctricos solares es muy limitado-, la energía fotovoltaica puede ser una gran aliada ante una infraestructura de carga deficitaria para alargar la autonomía.
Así, se ha puesto en marcha la primera fábrica en Alemania dedicada a probar e integrar placas solares en vehículos eléctricos ligeros o furgonetas camper.
Menos dependencia de la red eléctrica, más autonomía

Se trata de OPES Solar Mobility, que ya tiene una planta en China y que se dedica al desarrollo de módulos solares para vehículos. Con la energía del sol se podrían obtener hasta 50 km extra de autonomía al día en vehículos eléctricos ligeros y cubrir hasta el 100 % de la demanda energética para refrigeración en furgonetas y camiones. En el caso de furgonetas camper, varios días de autonomía.
Y para lograrlo están desarrollando y poniendo a prueba una nueva tecnología llamada SolFlex: es el primer módulo solar flexible desarrollado para su uso en vehículos, ya que los módulos solares flexibles convencionales no cumplen con los requisitos específicos del sector automovilístico, explican.

Se tienen en cuenta factores como la exposición a vibraciones, la resistencia a los golpes de hielo, la adaptabilidad a superficies curvas y la aplicación de limpiadores de alta presión.
La cinta adhesiva aplicada a los módulos también ha sido probada en diversas superficies de vehículos, y prometen que resiste condiciones ambientales extremas o daños causados por piedras.
Según explican, la potencia máxima máxima de 365 vatios se suministra a las baterías a través de un controlador de carga MPPT.