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6 pasos para cambiar una llanta de tu automóvil —y otras curiosidades que debes saber de tus neumáticos

6 pasos para cambiar una llanta de tu automóvil —y otras curiosidades que debes saber de tus neumáticos

Cuando cambies una llanta de tu automóvil, no olvides usar guantes para evitar quemarte.

Tener una llanta ponchada es uno de los percances más comunes que puedes sufrir, ya sea que conduzcas un automóvil o viajes como copiloto o pasajero.

Si esto te ocurre y no sabes cómo cambiar la llanta (ni tampoco las personas que van a bordo del vehículo), es probable que te sientas tentado a pedir ayuda a otro coche.

Aunque existen personas con muy buena voluntad, esta solución te expone a diferentes riesgos, como robos o asaltos. El mejor consejo es que no lo hagas.

Por otro lado, hay ciertas aseguradoras de coches que ofrecen el servicio (revisa qué incluye tu póliza), pero debes contactarla vía telefónica y esperar a que acudan a donde te encuentras.

La mejor alternativa para salir de este problema, sin importar la situación en la que te encuentras, es hacerlo tú mismo. Cambiar una llanta no es difícil, pero es importante que sigas una serie de pasos para hacerlo de manera correcta y segura.

En un curso de mecánica básica, Renault México explicó a Business Insider México los seis pasos que se deben seguir para cambiar una llanta, así como otras cosas que debes saber de tus neumáticos.

Esto es lo que debes saber:

1.- Estaciona tu auto en un lugar seguro y pon las intermitentes

Una llanta ponchada es evidente: al perder aire, se deformará y se verá plano mientras esté tocando el suelo.

Si estás manejando o viajas a bordo de un automóvil, también es posible que te des cuenta de que tu neumático se poncho al sentir vibraciones. En ese momento, lo primero que tienes que hacer es mantener la calma y buscar un lugar seguro en que te puedas estacionar.

Oríllate lo más que puedas del camino y procura que el área en el que te encuentras no tenga elevaciones. Si te preocupa mover tu auto varios metros para encontrar un mejor lugar, ¡tranquilo!

El rin de tu coche sí se puede dañar al rodar directamente contra el asfalto, pero repararlo es mucho mejor a que te arriesgues a sufrir un accidente que te dañe físicamente.

Una vez que te hayas estacionado, enciente tus luces intermitentes para que otros conductores puedan verte a distancia y cambien de carril o ruta. Baja de carro, al igual que las otras personas que te acompañen. Nadie debe permanecer a bordo mientras se haga el cambio de llanta.

La mayoría de los autos cuenta con su kit en la cajuela, pero constantemente verifica que esté completo. Este debe incluir:

  • Una llanta de refacción (con las mismas medidas que tus otros neumáticos)
  • Un gato hidráulico
  • Una llave de tubo
  • Triángulos de seguridad

Para mantenerte más seguro, también puedes añadir un chaleco reflectante y unos guantes. Recuerda que el rin de tu auto y las tuercas estarán muy calientes, así que estos últimos te protegerán de quemarte.

2.- Afloja las tuercas de la llanta, pero no las quites

Ponte el chaleco reflectante y coloca el triángulo de seguridad a unos cuantos metros de tu auto para que otros conductores puedan verte a distancia. Este paso es primordial si es de noche o estás en un lugar con poca luz.

Al bajar tu llanta de refacción, ponla a la altura de tu cintura y déjala caer verticalmente. No tienes que cargarla hasta el lugar en donde debes hacer el cambio. Recuerda que puede rodar.

Si tienes birlo de seguridad, este es el momento de retirarlo. El siguiente paso es aflojar las tuercas de la llanta que necesitas reemplazar. Gira la llave de tubo en el sentido contrario de las manecillas del reloj. Si no tienes la fuerza suficiente para hacerlo con tus manos, puedes apoyarte con empujando con tu pie, pero ten cuidado.

OJO: no las quites ni aflojes por completo.

3.- Coloca el gato hidráulico y comienza a elevarlo

En la parte inferior de tu carro debe haber una marca que indique dónde debes colocar el gato hidráulico. La superficie se ve un poco más hundida que el resto y se encuentra cerca de los cuatro neumáticos.

OJO: No intentes colocar tu gato hidráulico en ninguna otra parte de tu coche, ya que al elevarlo puedes dañarlo o provocar un accidente.

Comienza a elevar tu auto. Los gatos hidráulicos generalmente funcionan dando vuelta o empujando a una perilla.

4.- Quita las tuercas y la llanta

Cuando hayas terminado de elevar tu auto, llegó la hora de terminar de aflojar y retirar las tuercas. Antes de que quites la última, sujeta la llanta contra tu cadera.

Quita la última tuerca, retira la llanta y bájala con cuidado. Hazla rodar y colócala horizontalmente bajo tu coche. En caso de que tu gato hidráulico falle, esto evitará que tu carro te caiga encima.

5.- Reemplaza la llanta y aprieta las tuercas hasta un 80%

Coloca tu llanta de refacción en el lugar deseado y coloca las tuercas en los lugares que corresponden.

Aprieta las tuercas, pero recuerda solo hacerlo hasta un 80%. El resto lo hagas cuando bajes el auto.

6.- Baja tu auto y termina de apretar las tuercas

Antes que nada, retira la llanta ponchada de la parte de abajo de tu coche. Después, bájalo con ayuda del gato hidráulico.

Cuando lo hayas bajado por completo, retira el gato hidráulico y termina de apretar las tuercas. También puedes volver a poner el birlo de seguridad.

Guarda tu llanta ponchada en el interior de tu cajuela al igual que el resto de tu kit. Sube a tu auto y continúa tu camino. En caso de que necesites tapar el hoyo de tu llanta, visita una vulcanizadora.

No obstante, debes saber que no todas los neumáticos pueden repararse después de poncharse. Además, su uso constante también lleva a que se degraden.

Renault México recomendó que, por seguridad, reemplaces tus llantas cuando el desgaste llegue a los tres milímetros (verano) o cuatro milímetros (invierno). En la superficie aparecerá una marca que te indicará cuando es la hora de desecharlas.

También debes recordar que los neumáticos tienen fecha de caducidad. Cuando esta pasa, su material puede agrietarse, lo que causara un menor agarre con el asfalto y serás más vulnerable a sufrir un accidente.

Las llantas no son como los alimentos perecederos que incluyen una etiqueta con su fecha de caducidad, pero puedes saberla guiándote con su fecha de fabricación. Esta se encuentran en la superficie de tu neumático.

Para identificarla de otros números e inscripciones, busca los cuatro números que no van acompañados por letras. Los dos primeros indican la semana en la que fueron fabricados, y los dos últimos el año.

Por ejemplo: 3620 significa que la llanta se fabricó en la semana 36 de 2020.

De acuerdo con Renault México, la vida útil de los neumáticos es de cinco años, por lo que debes sumar esa cifra a la fecha de fabricación para saber cuándo hay que cambiarlos.

El fabricante francés de automóviles también aconsejó hacer la rotación de llantas cada 10,000 kilómetros para que su desgaste sea homogéneo.

También recuerda que tus llantas deben estar infladas a una presión específica. Puedes encontrar este dato en el marco de la puerta del piloto o en la puerta del compartimiento de la gasolina.

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